Competir y construir

Hagan juego señores, porque no va más.

Al menos hasta enero. Ya tenemos las plantillas cerradas para la temporada 2021-2022, salvo los parches que se consigan en el mercado de invierno. Que después de lo sorpresivo que ha sido el de verano, se puede esperar de todo. Para ya habrá tiempo de ello. Vamos con lo que tenemos ahora.

A nivel de la Liga Española el Barça y el Madrid han salido perdiendo respecto a las expectativas creadas. Los blancos lógicamente porque se han ilusionado las últimas horas con Mbappé y han terminado conformándose con Camavinga. Que no es que sea mal jugador, ya lo veremos porque es muy joven, pero no es lo mismo.

Y el Barça porque a pesar de que mucha gente le ha criticado, pierde mucha calidad con la marcha de Griezmann. El francés no ha hecho malos números, al contrario. En sus dos temporadas que ha estado en el Barça, ha ido de menos a más, seguramente sin justificar los 120 millones que costó, pero sí ha sido importante para el equipo, ha logrado buenos goles y participó activamente en la Copa del Rey conquistada la pasada temporada. Pero su poca implicación con el público, la polémica de su documental “La decisión”, su cero empatía con el Barça o Barcelona, y sobre todo, sobre todo, sobre todo, el dinero que costó, han hecho que recibiera críticas desproporcionadas. En la actual plantilla del Barça era un jugador que estaba por encima la media en cuanto a calidad, eso es objetivo y cierto.

Pero se ha ido. Adiós. El Barça se ha reforzado con Luuk de Jong, un jugador que provoca absolutamente el efecto contrario. Su precio es poco, sus expectativas bajísimas y su ilusión e implicación máxima desde el primer minuto. Igual pasan esas cosas del fútbol y resulta que con un entrenador holandés que apuesta por él, con un compañero que ya jugaron juntos en el PSV como Memphis, y sin presión de cumplir unas expectativas altas, tenemos una sorpresa con el holandés. Sorpresa positiva, claro.

Visto lo visto, el Barça deberá esforzarse para luchar por los títulos. Y tocando de pies en el suelo, no se le puede obligar a ganar ninguno de los cuatro que compite esta temporada. Porque también jugará la Supercopa de España, no lo olvidemos. Pero sí que se le debe obligar a competir y construir. Eso es lo que le pido a Koeman este año. Ahí es donde pongo las expectativas para esta temporada.

Que el Barça compita todo hasta el final. Que nunca te ganen porque han ido más, han corrido más o han luchado más. Que compitan sea quien sea el rival y el escenario. Y luego, que construya. Que se empiece algo. Porque hay buenos mimbres para la cesta. Hay jugadores jóvenes que están rompiendo la puerta pidiendo una oportunidad. Hay otros como Memphis a Luuk de Jong, que vienen de una mala experiencia y querrán demostrar el futbol que en su día prometieron. Y otros que están acabando su carrera y no quieren terminarla arrastrándose por el campo.

Competir y construir. Tampoco es tanto. Y quien sabe, a partir de ahí todo lo demás será bienvenido.