Hay que afrontar el problema real: y no es Koeman

Me da un poco de pena, pero los hechos son muy evidentes. El presidente no confía en el entrenador. El entrenador lo sabe. Y este, por lo que le queda en el convento, le dan igual las formas. Es imposible arreglar una situación que está rota por demasiadas partes. No empezó bien, cuando antes de confirmarte en el cargo, te dejan claro que sigues tú de entrenador porque no han encontrado a nadie mejor y porque no les salían las cuentas. Por eso digo que me da pena. Koeman es el mismo hace siete meses, cuatro semanas o ahora. Y siempre me ha parecido honesto y trabajador. Pero claro, no lo fichó el actual presidente. Y ese lastre es demasiado, sobre todo, cuando tampoco entra el balón.

La plantilla es la que es, sí. ¿Se puede jugar de otra manera? También. ¿Pero eso te garantiza algo? Seguramente no. El problema no es Koeman. Igual que no era Valverde ni tampoco Quique Setién. Pero aquí nadie quiere afrontar la realidad del problema, y mientras, van echando patada hacia adelante y ganando tiempo. ¿Tiempo para qué? Pues no lo sé. Igual creen en un milagro que es casi imposible que suceda. El Barça necesita borrón y cuenta nueva, construir. Y mientras se construye no se puede exigir nada más que eso.

Es decir, el Barça está fatal. Económicamente y deportivamente. Y hay que decirlo y asumirlo. Señores, no estamos para ganar nada. Paciencia. Sufriremos e intentaremos dar lo mejor de sí, pero tenemos jugadores justos, una plantilla limitada y no tenemos dinero para reforzarla. Eso es así. Y por eso te golea el Bayern o te complica la vida el Granada. Y no es culpa de Koeman, porque para construir no le puedes pedir que juegue bien y que gane. O construye o gana. Otra cosa es que mientras construyas ganes, pero como consecuencia de construir bien, no pensando en ganar.

Que compitan sí. Y lo hicieron ante el Granada. Nada a reprochar de la actitud. Pero hay que pasar página a una etapa de la historia. Cerrar el círculo y tener claro que los jóvenes todavía están jóvenes. Prometen, sí. Pero no para exigirles ganar. Están debutando en Primera y vienen de Segunda B o del juvenil. Y no llegan en un contexto de éxito o de crecimiento del equipo, que siempre es mucho más fácil entrar y coger la dinámica. Paciencia, que jueguen, que aprendan, que se equivoquen y que cojan experiencia. Y no fichando a Luuk de Jong de 31 años, sino confiando en jóvenes como Alex Collado o el que sea.

Y para eso sí que sirve Koeman. No os penséis que va a venir alguien aquí con una varita mágica y lo va arreglar. No. Porque el problema es que la historia del Barça dice que hay que ganar jugando de una manera muy concreta y resulta que no tienes a jugadores para jugar de esa manera. Porque los fichajes de este año (De Joong y el Kun) no serían ADN Barça… Hasta que no se bajen las exigencias y las expectativas y se afronte la situación no vas a poder construir nada y vas a seguir haciendo la pelota de nieve más grande.

Porque los nombres que suenan son cada uno de su padre y de su madre. No tienen el mismo estilo, ni algunos saben lo que es el Barça, ni se imaginan la situación que se van a encontrar al llegar aquí. Y ojo porque este año sí que hay público en las gradas. Socios y aficionados cada vez más cabreados que van a empezar a repartir pitos con todo aquel que no sea digno de vestir esta camiseta. Y ya os aseguro que en esta plantilla, hay más de uno.