La gran asignatura de Flick

Reactivo este blog que tenía olvidado desde hacía prácticamente un año. Han pasado muchas cosas desde entonces, demasiadas. No hace falta mirar hacia atrás, porque sino no empezaríamos nunca a analizar el momento actual. Por lo que vamos a mirar hacia adelante.

No han pasado ni 24 horas del Gamper y del no de Nico Williams al Barça, y parece que ya haya llegado la primera crisis de la temporada. Como si ganar el Gamper fuera garantía de algo. El Barça llevaba 12 seguidos ganados, y no soy capaz de encontrar ningún paralelismo entre el papel de los blaugranas en su Torneo y el papel desarrollado después en la temporada. Bueno, a veces el Gamper nos ha servido para confirmar a jóvenes estrellas, como Messi en su día o Lamine la temporada pasada.

Lo que sí quedó claro es que el inicio de temporada llega demasiado pronto. Muchas bajas o jugadores sin ritmo. Veías el plano del palco de Montjuic y casi hacías un once inicial: Araujo, De Jong, Gavi, Pedri, Fermín, Olmo, Cubarsí, Eric García… La gran suerte (o la herencia de la cultura de futbol base) hace que La Masía no deje de sacar talentos increíbles. Me hablan maravillas de la generación de 2007. Y Marc Bernal, para mí, ya lo incluiría de manera continuada en la primera plantilla.

Tiene un reto interesante Hansi Flick. Hacer que los jugadores jueguen a aquello que él quiere. Xavi no lo consiguió. Y Flick lo sabe. También sabe que no puede exigir mucho al club y que va a tener que competir con la plantilla que tiene, con algún cambio de última hora, alguna entrada y salida todavía habrá (maldito personaje el que decidió que el mercado terminaba después de empezar la competición. ¿Nadie es capaz de darse cuenta y cambiar esto?). Y que la gente tiene poca paciencia. Este año hay más socios del Barça que han renovado su carnet respecto al año pasado, por lo tanto, más exigencia, menos guiris en las gradas, y más facilidad para llevarse las manos a la boca para silbar, o al bolsillo en busca de un pañuelo blanco.

Y los jugadores también tendrán que tener claro esto. A los jóvenes y a los de casa costará más que se les silbe. Se les quiere y se les da más margen por salir de la base. Pero a los Lewandowski, Gundogan o De Jong, ya pueden espabilar si no quieren escuchar los primeros silbidos de la temporada. Porque esa fue la parte más preocupante del Gamper. No el resultado. Tampoco un error puntual de Bernal. Ni tan siquiera los fallos de Pau Victor. Lo que realmente ofrece muchas dudas es el nivel físico de Lewy y Gundo. El polaco sin físico, sin presión, andando. Y encima con gestitos a los chavales. Y el alemán perdiendo cada balón que tocó.

Esa será la gran asignatura de Hansi Flick. Apostar por la meritocracia, por los que más respondan a su ideario de juego, a los que mejor resultado le den. Independientemente de lo que ponga su DNI. Ya sea la edad, el nombre o la nacionalidad. Solo si es capaz de domar a las vacas sagradas, será capaz de sacar esto hacia adelante. Entrenar bien, evitar lesiones (las que se puedan claro, las fortuitas, fortuitas son), insistir en los automatismos, cuidar la estrategia… Todo esto se le supone. Gestionar el vestuario no. Veremos si será capaz de hacerlo.