Flick: un debut esperanzador

Después de ver el debut en La Liga del Barça y del Madrid, me animo a escribir estas líneas y a hacer un primer balance. Un análisis que se hace a 19 de agosto, sabiendo todos los inconvenientes que tiene un inicio de temporada.

El más claro, sin duda, es que no se ha cerrado todavía el mercado. No he encontrado nadie que me haya dicho por qué se hace así. Más allá de que siempre ha sido así. Pero no le veo ninguna ventaja, para nadie. Lo fácil que sería empezar la temporada con las plantillas cerradas. Pero bueno, ellos sabrán.

Es el principal hándicap. Porque los propios jugadores son los que todavía no tienen la cabeza 100×100 en el campo, si todavía tienen opciones de salir, cambiar de aires, o peor aún, que el club quiera o necesite hacer negocio con ellos. Aunque, siendo honestos, esto le puede servir de excusa a muchos clubs, entre ellos el Barça. Pero no al Madrid, que ya ha dado su plantilla por cerrada.

Y luego, evidentemente, está el tema de ritmo de competición, de jugadores sin apenas pretemporada, algunos que terminaron tarde la Eurocopa u otros que ahora están de vacaciones por los Juegos Olímpicos. Bien, otra vez nos encontramos con un factor que afecta a clubes como el Barça (por Fermín) y no para el Madrid, que no ha aportado ningún jugador a la medalla de oro de París 2024.

Finalmente, estaría el adaptarse a un nuevo estilo de juego, a los nuevos compañeros y a las nuevas dinámicas. Claramente, el Barça vuelve a salir nominado, con un entrenador nuevo que ha tenido muy pocos días para trabajar en sus nuevas ideas y que apenas ha tenido a toda su plantilla disponible. Aquí vuelve a librarse el Madrid. Una excusa que no le sirve porque mantiene exactamente el mismo entrenador y el mismo bloque, con una sola incorporación, ni más ni menos que la de Mbappé.

Con todos estos condicionantes, que como hemos visto, han condicionado más a un club que a otro, el Barça ganó en el complicado campo de Mestalla y el Madrid empató en su desplazamiento a Mallorca. Por cierto, otro equipo que también estrenaba entrenador.

El debut del Barça de Flick 

Terminó el partido de Valencia y acabé con una euforia y una ilusión tremenda con lo que acababa de ver. Pero luego, escuchando tertulias y leyendo la red social X me sorprendió lo cautelosos, negativos y pesimismos que soltaban muchos comentarios.

No sé qué se esperaban. Igual no tuvieron en cuenta todo lo contado anteriormente. El Barça salió con poco más de lo que tenía. Jugadores menores de edad y con los dos Marc en el centro del campo debutando con el Barça en La Liga ni más ni menos que en Mestalla.

Para empezar, en los primeros minutos, durísimo golpe intencionado y sin balón de Thierry Correia a Marc Casadó para marcar terreno, y bajarle los humos al niño. Es evidente que no lo consiguió. Casadó no se amagó y fue uno de los mejores del partido.

El otro Marc. Venía de un error clave en el Gamper el pasado lunes. No solo no le afectó, sino que tuvo una actuación impecable con el balón en los pies.

Sufrió más Ferran, que se ganó la titularidad por galones y no por méritos. Flick escogió a un campeón de Europa antes que a un debutante como Pau Victor. Lógico y normal. Pero creo que ya le ha quedado claro que el de Sant Cugat en 4 minutos hizo más que Ferran en 64.

Que fue cuando entró Pedri, devolviendo a Raphipha a la banda, donde cuajó sus mejores minutos. Tampoco entendí las muchas críticas a Pedri, que salió y plasmó todo lo que el partido pedía: control, calma, toque, inteligencia, posesión… Casi que esos minutos de Pedri son la mayor esperanza para la temporada.

Sin entrar en más individualidades, como podrían ser los goles de Lewandowski o el descaro y la asistencia de Lamine a pesar de la semana que había pasado, que terminó con una salida con ovación en un campo hostil como el de Mestalla; como decía, más allá de nombres propios, la mejor noticia fue Flick.

Calma y decisión

Estas son las dos palabras que mejor describen al alemán. En todo momento transmitió calma. Sobre el campo tenía jugadores muy jóvenes y lo último que necesitaban era a un entrenador alterado. Incluso recriminó a Lamine que protestará y, cariñosamente, le pidió que se centrara en el juego y se olvidará del árbitro.

Y decisión. El Barça no estuvo acertado en muchas cosas en la primera parte. Pero Flick supo rectificarlas y mejorarlas en la segunda. Un par de ajustes tácticos y el partido se decantó claramente hacia los azulgranas. Que con un poco más de acierto, terminan goleando.

Cambios justos y acertados. Con la entrada de Pedri para darle al partido lo que necesitaba o la retirada de Cubarsí cuando flirteaba con la expulsión. Decisión también es apostar por Gerard Martín cuando Balde se lesiona; atreverse con los dos Marc desde inicio o darle descanso a Bernal con la entrada de Eric de mediocentro. Un Eric, por cierto, mucho más maduro. Le ha ido genial esta cesión a Michel, con el que ha aprendido mucho más que si se hubiera quedado en el Barça.

Y la culminación de todo. Terminar el partido en campo contrario. Teniendo el balón, atacando, haciendo daño, borrando al rival del campo. Sin especular con la ventaja del marcador, ni dar un paso atrás mirando el cronómetro.

En definitiva, muchas lecturas positivas. Mucho margen de mejora. Pero unas ideas muy claras, que con poco tiempo de trabajo, ya van calando en los jugadores. Seriedad. Forma física para terminar a un nivel muy alto y muy superior al rival a pesar de ser 17 de agosto.

Y como broche final, una rueda de prensa posterior, honesta y explicando el mismo partido que habíamos visto todos. Con autocrítica a la primera parte y con un análisis superficial si queréis, pero ajustado a la realidad.

El proyecto Flick ha empezado con muy buen pie. Con unas intenciones prometedoras. Con una energía aumentada por la ilusión de jóvenes sobradamente preparados y entregados a la causa. Y con ausencias muy destacables como Araujo, De Jong, Gundogan, Gavi u Olmo, que todavía le pueden dar mucha más calidad y credibilidad a la puesta en escena.

Pero todo esto solo es lo que yo vi el 17 de agosto. Veremos si la curva sigue prometedora y ascendente, o se encalla por el camino. Lo iremos contando.

Como también contaremos, que casi todo lo que hizo bien el Barça, lo hizo mal el Madrid. No se trata solo de alinear a jugadores buenos. Se trata de hacerlos jugar como un equipo y tener equilibrios y generar espacios. Si no, el Madrid sufrirá muchísimo esta temporada, y empezarán problemas de ego, de vestuario y miraditas y gestitos.

En Mallorca ya se ha puesto la mirada en a quién cambió primero, en qué minuto y de qué manera. Y eso es insignificante en la victoria, pero se multiplica en la derrota. Ancelotti es capaz de mejorarlo y sobreponerse, por eso deberemos ver también la evolución de los blancos. Pero de momento, a 19 de agosto, los blaugranas están un pasito por encima.